Tiempo

No puedo dormir.
Y como no puedo dormir, me toca pensar, pensar y escribir.
Sumergirme en el asqueroso pasado y mi presente que no es muy distinto.


Miro hacia atrás y la verdad es que todo me da vergüenza, no hay nada peor que mirarte en retrospectiva (el autocringe que le llaman y del que nadie se salva) lo peor es que recuerdo todo lo que he hecho y lo que no, lo que he escrito sobre todo, recuerdo sobre casi todo lo que he escrito y me invade una suerte de pena y angustia saber que sigo más o menos igual. A veces siento que las cosas nunca cambian, que una cree que cambian, se lo inventa hasta creerselo, para sobrevivir, para salvarse de la realidad que nos condena o de la mala suerte que nos tocó, no era el tiempo correcto, eso está claro. Nunca es el tiempo adecuado en todo caso, nunca es el momento.

Siempre me ha parecido ridícula esa frase tipo cuando todo en la vida va bien "los tiempos de dios son perfectos" curioso como las circunstancias fortuitas se reducen al irremediable paso del tiempo. Algo así como "el tiempo todo lo cura" y la verdad es que el tiempo nunca ha curado nada, a lo más se vuelve menos doloroso todo o te acostumbras al dolor, para poder seguir, para tratar de avanzar, lo peor.

Es mucho más fácil en cambio, buscar excusas que nos mantengan en la comodidad, que nos impida vivir aquello que nos aterra producto de las propias trancas personales, la chiva perfecta. La verdad es que nunca se está lista para nada, la vida avanza y yo me quedo atrás y no cruzo el río y no entiendo por qué si este lado jamás ha sido mejor pero al menos lo conozco, ya esta pavimentando y da cierta seguridad, al menos más que un futuro incierto. Pero la verdad es que eso también es la excusa perfecta para regocijarse en el dolor que ya conoces, porque es el único consuelo que te queda. Porque todo futuro es incierto y aún sabiéndolo no te atreves, no cruzas el río, no te salvas. Y la vida avanza, la vida avanza y no estoy en ella.

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